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HISTORIA

Marí Jurá, todo un misterio…

No sabemos exactamente la historia que rodea este nombre, no existen certezas, aunque si relaciones directas ancestrales con los pueblos que poblaron la península ibérica en la Edad del Hierro halla por los años 1200 a.C. y 400 a.C.

Si consideramos las posibles raíces celtas de la expresión «Mari Jura» y su posible significado, es interesante considerar la conexión con la naturaleza y los bosques de la cultura celta, los bosques tenían una gran importancia y se consideraban lugares sagrados, llenos de misterio y poder.

En este contexto, «Mari Jura» podría ser interpretado poéticamente como «María del bosque» o «bosque frondoso», reflejando una conexión con la naturaleza, la espiritualidad y la fertilidad asociada con los bosques y la cosmología celta. Aunque a priori, esta interpretación se basara en una conexión cultural y poética más que en una traducción literal.

Considerando las posibles raíces celtas y la conexión con la naturaleza y la espiritualidad que se atribuyen a esa cultura, además de «María del bosque» o «bosque frondoso», la expresión «Marí Jurá» podría tener otros posibles significados basados en esa interpretación:

1. «Guardiana del bosque»: Dado el papel sagrado que los bosques tenían en la cultura celta, «Marí Jurá» podría interpretarse como una figura protectora o guardiana del bosque, alguien que cuida y preserva la armonía y el equilibrio en el entorno natural.

2. «Mujer sabia del bosque»: En la mitología celta, los bosques eran lugares donde se creía que habitaban seres mágicos y sabios. «Marí Jurá» podría evocar la imagen de una mujer sabia, conectada con la naturaleza y dotada de conocimiento ancestral.

3. «Espíritu del bosque»: En la cosmovisión celta, los bosques eran vistos como lugares habitados por espíritus y energías místicas. «Marí Jurá» podría sugerir la presencia o manifestación de un espíritu o entidad espiritual vinculada al bosque.

según la mitología vasca la visión es mucho más intensa, MARI ‘Diosa Madre’

OTROS NOMBRES: ANBOTOKO DAMA ‘la dama de Anboto’, ARALARKO DAMA ‘la dama de Aralar’, MURUKO DAMEA ‘la dama de Muru’, AKETEGIKO SORGINA ‘la bruja de Aketegi’, BIDEKO EMAZTE XURIA ‘la dama blanca del camino’, ARPEKO SAINDUA ‘la santa de la cueva’ …

Mari es el genio más importante de la mitología vasca, está por encima de todos los demás genios, es la líder de los demás personajes mitológicos. Esta personificación femenina de la tierra, se asemeja a los mitos ectónicos (de la tierra) que adoraban los antiguos pueblos matriarcales, antes de llegar los dioses celestes. Es la reina de la Naturaleza y de todos sus componentes. Está claro que este personaje es anterior a la llegada del cristianismo, y que para los antiguos vascones debió tener el estatus de diosa. Observando las cualidades y características de Mari, se le puede encontrar cierta semejanza con algunas diosas de la antigua Europa.

En la cosmovisión preindoeuropea, Mari es el numen principal de la mitología vasca, también llamada Madre, Señora o Dama, y al contrario que los númenes masculinos, ofrece una protección cósmica completa, y es el ser que ha perdurado desde el Paleolítico hasta nuestros días

¿Pero qué sabemos de este misterioso mito? Mari hace referencia a una divinidad de sexo femenino que se aparece, a veces en forma de mujer ricamente vestida, o envuelta en llamas, o en un caballo que lleva consigo las nubes de tormenta. También se la ha descrito como a un árbol que por un lado parece mujer. Según la leyenda habita en diversas cavernas de las montañas vascas y a pesar de su remota antigüedad, puede tener 30.000 años o incluso más, nos muestra una cosmovisión que está de moda en la actualidad. Mari ha sobrevivido a grandes ataques, a las invasiones indoeuropeas, al cristianismo, a la revolución industrial y a la globalización. La Dama vasca por excelencia, personificación de la naturaleza, que tiene el poder sobre el elemento del agua las tormentas y la meteorología continua libre y soberana».

Si por otro lado consideramos que el nombre «Jurá» tiene su origen en la cadena montañosa del mismo nombre, que se extiende a lo largo de la frontera entre Francia y Suiza donde la región de Jura toma su nombre del latín «juria», que significa «boscosa» o «bosque». Podríamos afirmar, el nombre «Jura» está relacionado con la abundante vegetación y los densos bosques que caracterizan a esta región montañosa. La etimología de la palabra «Jura» está vinculada a la naturaleza boscosa y frondosa de la zona, lo que refleja la riqueza natural que se encuentra en esta región. 

En la tradición popular de la Serranía de Cuenca, se dice que Marí Jurá es una especie de ser protector de los montes y los animales, con la capacidad de curar enfermedades y ayudar a las personas en situaciones difíciles. La figura de Marí Jurá se asocia con la naturaleza y la magia, formando parte del rico patrimonio cultural de la región.

En resumen, «Marí Jurá» es una expresión que hace referencia a una figura legendaria y mágica de la tradición popular de la Serranía de Cuenca con profundas raices culturales

Los motivos o porqué exactamente reciba ese nombre esa parte en concreto de la Serranía de Cuenca sigue siendo un misterio…

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